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¿Debemos mecanizar jugadas a balón parado en el fútbol base?

¿Debemos entrenar jugadas a balón parado en el fútbol base? En el fútbol, como en la vida, hay que priorizar. Los días no son eternos. Debemos determinar cuáles son los objetivos que nos marcamos y, una vez ahí, analizar los pasos a dar para alcanzarlos. La escasez del tiempo te exige priorizar. No hay tiempo para todo. Ojalá pudiésemos marcarnos infinidad de objetivos en nuestra vida y cumplirlos, pero no podemos. No podremos visitar todos los lugares del mundo que nos gustaría, no podremos ver todas las series de televisión que tenemos pendientes, no podremos leer cada libro que nos interesa, ni podremos pasar todo el tiempo que nos gustaría con la gente que queremos. Va a haber muchas cosas que nos van a quedar sin hacer, cosas que, posiblemente, disfrutaríamos más que otras que hemos hecho. Pero hemos elegido, hemos priorizado en función de nuestros objetivos, de nuestros intereses y de nuestras necesidades. Al final de todo lo que marcará la diferencia no será la consecución de esos objetivos. Lo que marcará la diferencia será el acierto de haber elegido esos objetivos y no otros. De nada nos valdrá conseguir algo si consideramos que ha sido en detrimento de otras cosas más importantes. En cambio, nos quedaremos tranquilos tras intentar conseguir algo que estamos convencidos de que era lo adecuado, independientemente de que lo consigamos o no.

Cada vez que veo a unos niños de diez años (aunque todos sabemos que, fácilmente, podría hacer extensible la franja de edad hasta los seis) realizando en un partido una jugada de estrategia en una determinada acción a balón parado, me pregunto cuánto tiempo habrán dedicado en su entrenamiento a aprenderla. ¿Es la automatización de jugadas a balón parado un objetivo prioritario para la formación de niños de diez años? ¿El tiempo destinado a esta automatización puede ser entendido como una inversión en la formación del niño? ¿Es realmente funcional para la formación de un niño dedicar parte del tiempo de entrenamiento a esta automatización?

Todas mis preguntas anteriores giran en torno al mismo eje, la formación. Pero quién sabe, quizás el problema sea ese, la concepción del fútbol base como una etapa única y exclusivamente formativa, donde la búsqueda del resultado, como objetivo en vez de como consecuencia, no debería tener lugar. No debería tener lugar en esta etapa el objetivo del resultado porque en ciertos momentos este objetivo atentaría contra el objetivo formativo. Son incompatibles, al menos situados al mismo nivel.

Entrenas a niños de ocho años y en tu equipo hay dos porteros. Miguel para muy bien pero Pedrito es el primer año que juega y es una coladera, no sabe ni dónde está la portería cuando se pone de espaldas a ella. La primera parte jugó Miguel, es un partido igualado y os vais ganando al descanso 2-1. Si metes a Pedrito en la segunda parte perdéis. Seguro. El otro equipo es suficientemente bueno como para generar ocasiones y, en el mejor de los casos, sus ocasiones acabarán en saque de puerta. Los saques de puerta de Pedrito son una calamidad, se la intenta pasar a su compañero abierto en el lateral del área pero las tira todas a córner, eso si no se la pasa directamente al delantero del equipo contrario.


Tienes tres opciones:

  • Poner a Pedrito de inicio en la segunda parte para que vaya aprendiendo aunque te cueste el partido (opción formativa). 
  • Poner a Pedrito de inicio en la segunda parte, rezar en cada uno de los ataques del rival y poner a un jugador de campo a sacar de puerta (priorizas el resultado sobre la formación, porque no dejas a Pedrito realizar una acción fundamental para su puesto, pero al menos pones a Pedrito).
  • Pones a Pedrito los últimos cinco minutos de la segunda parte porque te da pena y tienes miedo de que los padres al final del partido te digan algo (opción puramente resultadista).

Tienes que elegir. Formar y ganar no es compatible siempre. Y al igual que poner a un jugador de campo a sacar de puerta lo asocio a una mentalidad resultadista, dedicar tiempo de tu entrenamiento a automatizar acciones a balón parado sigue el mismo pensamiento. Lo haces para que te acerque al gol, al resultado, a la victoria.

Pero mientras tú dedicas tiempo a entrenar acciones a balón parado Pedrito sigue eligiendo mal hacia donde pasarla en cada saque de puerta, dándole la pelota al delantero del equipo contrario. Y no podrás decirle nada, porque tú has priorizado. Porque no hay tiempo para todo y tú has elegido no dedicarle más tiempo a Pedrito o más tiempo a Juan, que empuja a su marca en cada saque de banda en contra, o a Pablo, que hace todos los desmarques en apoyo teniendo espacio libre para hacerlos en profundidad.

Tú has decidido priorizar en las acciones a balón parado con niños de diez años, los cuales todavía no saben hacer un montón de cosas. Y no, lo siento, no hay tiempo para todo. Todo el catálogo de Netflix no lo puedes ver.
 
 
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