“Aquellos estudiantes que pasan más tiempo realizando buenas prácticas tienden a aprender más” (Rink, 2003), y es que el tiempo de práctica parece tener una relación directa con las mejoras producidas. Es por ello que la medición de ese tiempo se convierte en importante. Conocer cuánto tiempo se destina a practicar una habilidad es el primer paso para analizar si éste puede ser aumentado o dotado de mayor calidad. Ese tiempo es el tiempo de compromiso motor, el tiempo de práctica real o efectiva en la que los niños y niñas realizan práctica motriz (Olmedo, 1998). Dicho de otra forma, el tiempo de compromiso motor es el tiempo en el que los niños y las niñas están moviéndose durante la sesión, el tiempo en el que están practicando.
Multitud de factores influyen en el tiempo de compromiso motor. El medio físico, la disponibilidad, el estado de las instalaciones, el tipo de sesiones planteadas, la organización y estructura de las tareas o el clima motivacional del alumnado son un ejemplo (Calderón & Palao, 2005).
Para muchos autores, la relación entre la eficacia del entrenador y el tiempo de compromiso motor en la sesión hace que sea un factor que determina el éxito en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Martínez, Sampedro, & Veiga, 2007). Así, podemos decir que los principales factores para que la enseñanza sea eficaz son: el tiempo y oportunidades para aprender, las expectativas y papeles del entrenador y jugadores, la organización de la sesión y el empeño de los jugadores, el éxito en las tareas al ser apropiadas y el ritmo y continuidad que se sigue a lo largo de la planificación.
- Puntualidad: Empieza puntual y refuerza positivamente a tus jugadores/as cuando lleguen puntuales. Si la sesión empieza a las 19:00 que no empiece a las 19:01.
- Realiza actividades motivadoras: La motivación, como citamos anteriormente, es fundamental para aumentar el tiempo de compromiso motor. Si la tarea no motiva posiblemente pronto tendrás a más de un niño haciendo montañitas de caucho. Una tarea demasiado fácil o demasiado difícil no va a retener la atención.
- Evita juegos de eliminación: Normalmente son los niños menos hábiles los primeros en perder en ciertos juegos. Si los eliminas impidiéndoles seguir practicando cada vez las distancias con sus compañeros serán mayores.
- Asegura la intervención: Piensa si la tarea que has diseñado garantiza que todos los jugadores vayan a intervenir. Poner como premisa que para jugar con los comodines exteriores haya que dar primero 10 pases, no asegura que esos comodines vayan a intervenir. Podrían estar parados durante todo lo que dure la tarea.
- Elimina las filas: El tiempo que un niño está esperando su turno en una fila es tiempo que no está practicando. Diseña tareas que no precisen de filas, y si no puede ser, divide al grupo a la mitad y realiza la misma tarea con menos niños/as para que intervengan más veces.
- Organiza las explicaciones: Intenta ser breve explicando y coloca al grupo de tal manera que mientras explicas puedan verte a ti y el espacio de juego que van a utilizar. Una buena forma es colocar a los jugadores en semicírculo mirando a la tarea y colocarte tú en el medio.
- Evita rotaciones complicadas: Tener que parar las tareas porque se está rotando mal es una de las pérdidas de tiempo más grandes que puedes encontrarte, tiempo en el que estarán parados sin practicar.
- Ten los equipos hechos: Dejar libertad para realizar los equipos es el primer paso para que la tarea no empiece jamás. Todos quieren ir con sus amigos/as.
- Acordar un sistema de colores de conos: Acostumbrar a tus jugadores/as de que los conos rojos son porterías, los azules delimitan el perímetro y los blancos zonas interiores ayudará a que una vez que lo tengan interiorizado la explicación del ejercicio sea mucho más rápida.
- Utiliza variantes de juegos ya conocidos: No es necesario innovar en todas las sesiones. Aprender un nuevo juego lleva tiempo, aprovecha que ya conocen uno para ir modificándolo.
- Ten las tareas colocadas: Cuando una tarea esté funcionando bien vete rápido a colocar la siguiente. Nada peor que tener que esperar a que el entrenador coloque el siguiente ejercicio.