En tiempos de pandemia, donde nos va a tocar dirigir entrenamientos con una mascarilla en la boca, se vuelve difícil parte de la comunicación con nuestros jugadores.
A veces, para parar o reiniciar una tarea, es necesario utilizar un estímulo acústico. Éste puede ser un pitido de un silbato o un golpe de voz del entrenador. Pero teniendo una mascarilla en la boca, pegar un grito se vuelve, cuanto menos, incómodo.
Nos queda entonces la opción del silbato. Pero claro, no podemos estar constantemente bajando y subiendo la mascarilla para poder utilizarlo. Está contraindicado. No es higiénico, no es seguro y no es un buen ejemplo para los niños y niñas con los que estemos trabajando.
Pese a esto, existen unos silbatos de mano que para estos meses que vienen pueden resultar una grandísima opción. Nos permite seguir utilizando un estímulo acústico sin tener que estar subiendo y bajando la mascarilla. Todo son ventajas.
Además, es un objeto que haya o no obligatoriedad de usar mascarillas puede seguir utilizándose de todas formas.
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