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La motricidad básica en la iniciación temprana

El caso del fútbol

1.   Cerebro y aprendizaje motor.

Como se analizó en una entrada anterior, la especialización temprana en el fútbol y en la mayoría de disciplinas se salta etapas esenciales en la construcción del desarrollo motor (Figura 1). El cerebro de nuestros alumnos o jóvenes deportistas incluye una “programación de serie”. ¿A qué nos referimos con ese término? El cerebro funciona con programas primitivos que les permite hacer funciones biológicas necesarias como respirar o mantener el tono muscular (Pastor & Acín, 2017). Estos “programas básicos o de serie” se ubican en el tronco cerebral (cerebro de abajo).
Mientras que el cerebro de abajo trae esos “programas” instalados “de fábrica”, el córtex (cerebro de arriba) está “casi” sin programar al nacer. Sería algo así como el ordenador que arranca gracias al sistema operativo de serie, pero que no permite hacer presentaciones ni hojas de cálculo al no incluir un paquete ofimático o es incapaz de conectarse a internet al no tener instalados los “drivers” de la tarjeta de red.

Figura 1. Fases del desarrollo motor. Adaptado de David
Gallahue (1982)

Todas las áreas del córtex cerebral (cerebro de arriba) van programándose a lo largo de los primeros años de vida gracias a la interacción del niño/a con el mundo. El movimiento, tanto el cercano
a su propio cuerpo como el que se proyecta al exterior, es el mejor medio para programar todas las zonas del cerebro que aún permanecen “vacías”. De hecho, los avances en el conocimiento del funcionamiento de nuestro cerebro nos revelan cada vez más estructuras participando en los fenómenos de aprendizaje motor: no sólo córtex sino también el cerebelo, los ganglios e incluso el tronco cerebral
(Massion, 2000).

La interacción del neonato con sus padres, los primeros sonajeros o juegos de manipulación permiten el su cerebro comience a representar imágenes de su cuerpo y a definir lo que denominamos en Educación Física ‘esquema corporal’. Un niño/a sin estimulación y, en definitiva, sin movimiento, introducirá poca información sobre su esquema corporal en las áreas cerebrales. No tendrá datos propioceptivos sobre el peso de sus piernas y tendrá más dificultades para movilizarlas o no habrá mapeado con exactitud el volumen espacial que ocupan sus dedos y, por tanto, el movimiento será más impreciso cuando quiera tocar un objeto.

2.   ¿Por qué es importante la Educación Física de base en la especialización temprana en fútbol?

De la misma forma que un bebé para fijar la mirada en un objeto durante unos segundos necesita la adquisición del patrón de mantener la cabeza erguida, los jóvenes futbolistas que ejecuten la habilidad específica de regate con doble bicicleta en movimiento necesitarán de un nivel de destreza en la habilidad básica de carrera  en sus diferentes fases como puesta en marcha, cambio de dirección, frenada…También  será imprescindible un nivel desarrollo en la habilidad genérica de parada de objetos si tras los amagos de bicicleta el jugador decide detener el balón; por último, igualmente importante será la habilidad básica de golpeo de objetos, ya que tras las fintas el joven futbolista deberá evadirse del defensor saliendo por uno de sus lados.

 Figura 2. Participación de habilidades  básicas y genéricas en las habilidades
específicas de regate con bicicleta. Elaboración propia

 

La relación de la doble bicicleta como habilidad específica de regate del fútbol con habilidades básicas y genéricas como el desplazamiento, la parada o el golpeo pueden trasladarse a un símil informático. Que un niño de 5 años intente una bicicleta (habilidad específica del fútbol) sin tener un nivel de destreza combinado en las habilidades básicas y genéricas de carrera, parada y golpeo de objetos sería como intentar diseñar una hoja de cálculo de Excel en un ordenador que aún no tiene sistema operativo. Lo primero será instalar un sistema operativo
y, posteriormente, el paquete ofimático. Por ello, necesitamos hacer una “programación” motriz de nuestros jóvenes deportistas que esté adaptada a su desarrollo motor.Ya los trabajos de Pikler
(1984) demostraron que una intervención que anticipaba etapas del desarrollo motor perjudicaba la capacidad de resolver situaciones motrices por parte del alumnado. Por ello, es importante respetar el desarrollo motor en la iniciación deportiva.

3.   Propuestas.

Según la literatura científica (Giménez Fuentes-Guerra et al., 2010; González-Villora, 2019, p. 151), la especialización en una disciplina deportiva debería hacerse en torno a los 10 años (categoría alevín). Dado que la especialización monodeportiva está anticipando hasta 4 años (categoría prebenjamín) el desarrollo motor de los niños (o 6 años en el peor de los casos con las llamadas escuelitas o minis), es necesaria una intervención pedagógica ante esta inadecuada vorágine de especialización temprana en el deporte en edad escolar. Tres propuestas son necesarias:

1.   En primer lugar, como señalan Lapresa, Arana y Caraso (2010)adaptar las habilidades específicas de un deporte a habilidades básicas y genéricas propias del desarrollo motor

2.  Priorizar el bloque de basado en la Educación Física de base sobre las habilidades específicas que empiezan ya manifestarse en las sesiones de especialización temprana (Figura 3). Una cuantificación adecuada de las situaciones de nuestras sesiones, nos debe permitir ponderar el bloque ‘El Niño y su cuerpo’ tal y como proponemos en este webinar (clicar aquí)

Figura 3. Ponderación del tiempo dedicado a cada
bloque de la sesión en categoría prebenjamín. Extraído del webinar
 sobre planificación de la iniciación
temprana en fútbol.
 

3.   Por último, diseñar sesiones estableciendo transferencias proactivas positivas entre situaciones motrices sobre habilidades básicas y genéricas y situaciones sobre habilidades motrices específicas en el deporte (Figura 4).

Figura 4. Transferencia entre habilidades básicas y genérica y específicas.

 

4.   Referencias bibliográficas

Giménez Fuentes-Guerra, F. J., Abad Robles, M. T., & Robles Rodríguez, J. (2010). El proceso de formación del jugador durante la etapa de iniciación deportiva. Apunts. Educación Física y Deportes, 99, 47–55.

González-Villora, S. (2019). Estudio de las etapas de formación del joven deportista desde el desarrollo de la capacidad táctica.Aplicación al fútbol. Universidad de Castilla-La Mancha.

Lapresa Ajamil, D., Arana Idiakez, J., Garzón Echevarría, B., Egüén García, R., & Amatria Jiménez, M. (2010). Adaptando la competición en la iniciación al fútbol : estudio comparativo de las modalidades de fútbol 3 y fútbol 5 en categoría prebenjamín. Apunts. Educación Física y Deportes, 101(3), 43–56.

Massion, J. (2000). Cerebro y motricidad: funciones sensoriomotrices. INDE Publicaciones.

Pastor, I., & Acín y, J. (2017). ¡Ayúdale a despegar! Aurum Volatile.

Pikler, E. (1984). Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global. Narcea.

 

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